viernes, 11 de agosto de 2017


Tan grises. Tan aburridos. Tan enfrascados. Tan apagados. Tan… ‘correctos’ y limitados. El ambiente se volvía pesado alrededor de ellos… ¿dónde habían quedado esas almas llenas de energía y creativas cuando eran nuevas en el mundo? ¿en qué momento sus chispas desaparecían? ¿en qué segundo se volvían tan normales, apegadas a los prejuicios de la sociedad?. Adultos… adultos faltos de vida… que solo existían por existir… ya nada les llenaba.

Sus joyas de dos colores desde hace varias generaciones habían contemplado el proceso una y otra… y otra vez. Las bocanadas de aire fresco eran sumamente raras en el entorno de los mayores, de aquellos que se atrevían a mostrar personalidades fuertes y destacables… originales, justo cómo la de ella. Terminó de sacudir sus alas blancas, su mamá las había peinado y podía notarlas sumamente suaves. Había sido cómo un masaje. Finalmente, las escondió, haciéndolas desaparecer en destellos que se elevaron al cielo. Salió de un callejón a una calle principal, logrando contemplar casi al instante una escena en específico que llamó su atención.

Una señora, aparentemente de uno treinta y algo, cruzaba la calle con su hijo pequeño. Notó que, en lugar de llevarlo de la mano, iba atenta a su celular, pues el menor, cómo podía, iba siguiéndola a paso apresurado. Fue entonces que un fuerte chirrido de un automóvil hizo resonar, sin frenos, se movía en el pavimento a toda velocidad. Los orbes de la de cabellos multicolores, notaron con rapidez la dirección a la que el vehículo se avecinaba. En un clic de adrenalina, Lanko alargó sus piernas al correr en sentido al niño de casi cinco años. Se lanzó contra él en un salto, envolviéndolo en sus brazos para girar y quitarse del camino de una buena vez, siendo el auto el que les pasara rozando. El pequeño, del susto, comenzó a llorar y la mamá de este, se acercó, pálida, con los ojos humedecidos a ambos niños. El carro se fue a estrellar a un poste; el conductor se hallaba al borde de la inconsciencia a causa del impacto. Aquél chiquillo pasó a los brazos de su madre, mientras esta, decía entre sollozos ‘gracias’, repetidas veces a la chiquilla. La pre-adolescente se levantó en silencio, siendo algunos cortes que se presentaran tanto en sus brazos cómo en sus piernas. Le dedicó una mirada de despreció a la mayor mencionando con sequedad;

—…Tch. Estúpida.

Y con razón, si hubiera estado prestando atención desde un principio, aquél niño jamás hubiese corrido peligro. Con su mismo temperamento de siempre, se alejó, haciendo caso omiso a la reacción de la señora. La desesperanza albergaba la mente de Lanko, los humanos al igual que otras especies inteligentes la decepcionaban… no siempre, pero sí la mayoría de las ocasiones. Su padre, repetidas veces le había dicho que sus creaciones todavía tenían mucho que aprender… que les diera tiempo. Tiempo… ¿tiempo para verlos destruirse a sí mismos, hundiéndose en su miseria y terquedad?. No sabía si su padre era un irresponsable, utilizaba a esos mortales para entretenerse o… quién sabe… no tenía ni idea de lo que planes ocultaba bajo su manga. Esa niña, no era una niña, tampoco un ángel, ni un demonio. Era un enigma sin resolver, uno rebelde y lleno de tonalidades caprichosas y volubles, al igual que uno misterioso; no existía un libro de texto hasta la fecha que tuviera un registro del origen de ella, procedencia o… indicio. Quizá, en toda la Tierra, existía uno… uno muy antiguo... y, si de verdad lo hacía, ¿en dónde se hallaba? La ubicación de dicho objeto tendría que ser únicamente del conocimiento de Lanko. La forma que tenía de niña, era opcional; bien podría ser una adolescente, una mujer o una anciana, pero… ¿por qué escoger el ser una chica de catorce? … ¿la respuesta? Tal vez se sentía más cómoda así, o tal vez se trataba de una obligación, o la divertía estar en su forma actual, o quizá no le quedaba de otra. Tenía sus razones. No obstante, de algo estaba segura, el mundo de los grandes, le sabía demasiado serio y restrictivo cómo para siquiera considerar rozar un área de aquél tipo.

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